Como Moverse por Praga

Lo más recomendable es caminar para conocer el casco histórico y los enclaves más importantes, ya que, con el paseo, le será posible al viajero descubrir rincones llenos de encanto, que de otra manera le pasarían inadvertidos: callejuelas, tiendas, cafés… Hay que dejarse llevar por el ritmo de la ciudad, y disfrutarla relajadamente, deteniéndose de vez en cuando para refrescarse con una estupenda y barata pivo (cerveza).

Pero si queremos utilizar el transporte público, debemos recordar que tenemos a nuestra disposición cuatro opciones: el metro, el tranvía, el autobús e incluso un funicular. El billete, que se compra en los estancos, estaciones o algunas tiendas de alimentación, puede emplearse en cualquiera de los servicios. La única condición que imponen los billetes es el tiempo de uso, que viene limitado por el tiempo. Hay varios tipos de billetes; desde tarjetas para cuatro estaciones hasta bonos de 24 horas, tres días, una semana o 15 días.

El metro cuenta con tres líneas, y resulta muy eficaz y limpio; la línea A, la B y la C. Funciona, como el resto del transporte público, desde las 5 de la mañana hasta las 12 de la noche, y los trenes pasan a intervalos de entre 2 y 10 minutos, dependiendo de si es día laborable.
Otra forma de pasear por la ciudad, original y con mucho encanto, es utilizar el tranvía. Nuestra recomendación: la línea 22, que para en el Teatro Nacional, Mala Strana y el Complejo del Castillo. Y para los que quieran coger taxis, recomendamos que sólo se utilicen los servicios con licencia y bajada de bandera para evitar caer en las redes ilegales de la ciudad; la bajada de bandera sale por 1,50 € y 1 km de recorrido cuesta alrededor de 1,25 €.

Los autobuses prestan un servicio similar a los tranvías, y los horarios y billetes son los mismos que para el metro. Durante la noche (de 00.00 a 3.30) sólo circulan los números entre el 501 y el 512.